HURACANES EN PAPEL™ - Reseñas literarias

Sólo me queda esperar la aparición de un Nuevo Tifón Literario de magnitud cinco como los producidos por Mikhail Bulgakov, Thomas Pynchon o Roberto Bolaño. Ese día llegará y mi búsqueda no habrá sido en vano. Huracanes en papel™ 2007-2024

domingo, 15 de marzo de 2009

Historia de un idiota contada por él mismo, de Félix de Azúa

Esta es la historia de un idiota desde su infancia hasta su edad mediana (1986), pasando linealmente por la adolescencia, el descubrimiento del sexo, la vida universitaria, las broncas juveniles, el amor, los filósofos meses cuartelarios de la mili, la tentativa de suicidio, el ambiguo mundo del arte y la búsqueda sistemática del contenido de la felicidad.

Félix de Azúa conduce a su Idiota no tanto por la vida como por las ideas, en su sendero donde la primavera camina recta mientras las segundas se curvan y se retuercen. Su obcecado estudio sobre de la felicidad degenera hábilmente e inevitablemente en un tratado sobre la soledad y la incomunicación del hombre, brindándole una sonrisa.

Su prosa está llena de metáforas titánicas, que envuelve con un cristalino ingenio intelectual. Sus ideas son directas y contundentes. Provocan un sólido impacto en nuestra percepción. Se lee muy rápido y se hace notablemente corta. Tiene ese tamaño preciso que al finalizar la obra salta a nuestra memoria la legendaria frase de Baltasar Gracián: Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Sonría antes, mientras y después.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Sida mental, de Lionel Tran

Obra completamente autobiográfica que narra la desolación, la soledad y la ira de un niño-adolescente de un barrio periférico de Lyon, Francia. Educado en una familia disfuncional, de padres divorciados, siendo víctima de la tiranía de una madre rabiosa de la generación del Mayo del 68 que necesita asistir a continuas reuniones del Grupo de Mujeres, para autoafirmarse. El autor nos muestra dando saltos en el tiempo, entre los 70, los 80 y los 90, algunos momentos en su vida que definen a una generación de jóvenes acusada de sida mental por haber perdido toda su inmunidad natural, a la que todos los virus degenerativos la afectan.

Está relatado en primera persona con frases cortas y frías. Frases repletas de movimiento y escenas que presentan un silencio afligido como protagonista, con un estilo corrosivo y mordaz. Escoge detalles que permiten situarte perfectamente en el contexto alienante que le rodea. Expresa su relación con el sexo desde niño, experimentado de una forma hiriente, agresiva.

Se trata de Literatura Underground. En este caso parece una obra trasladada del cómic a hojas desprovistas ahora de imágenes, como si leyeras viñetas literarias. Su mundo está cargado de una ciencia ficción perturbadora que conecta con toda la angustia de una generación europea desdeñada al extrarradio, en la que sobresalen viviendas de protección oficial, locales de cemento, cartones de embalaje, cáscaras de huevo por las calles, trozos de papel higiénico, poliestireno, botellas de vino rotas y como telón de fondo los hangares del IKEA o las inmensas chimeneas estrechas y negras en un cielo gris y rojo.

Cuenta que de niño salía a la terraza con una escopeta de juguete deseando que fuera real para terminar con todo aquel que sus ojos visionaban. Y en sus horas de tristeza, lloraba y envidiaba la vida de los otros que observa por la ventana. Esta repulsión social es uno de los síntomas del sida mental que sufre esta sorprendente generación en toda Europa.

En ocasiones describe escenas simpáticas, escenas en las que destaca una importante sensibilidad por parte del autor, sin embargo la mayor parte de las situaciones son inquietantes, angustiosas, agobian, son fóbicas, hostiles. Pero lo interesante es que las experimentas con cierta piedad . Resalta un fuerte contraste entre esas emociones. Y al finalizar la obra sientes un collage global de la vida individual y generacional de Lionel Tran que te permite entender y aproximarte a la naturaleza de esta enfermedad. Tenemos aquí a un nuevo escritor francés con ganas de golpear duro y ser abyecto. Imprescindible si queremos desvestir la verdad. Con esta obra sumarán reflexión y comprensión.

jueves, 5 de marzo de 2009

Hacia el amanecer, de Michael Greenberg

Es una obra conmovedora. Se sufre. Muchísimo. Es inevitable. Se trata del testimonio real de un padre que ve como en el verano de 1996 su hija de quince años se vuelve loca, presa de una psicosis aguda. Y aceptar esto resulta espeluznante. Aterrador. Sally es una niña de padres divorciados, fascinada por la literatura, que relee una y otra vez los Sonetos de William Shakespeare o disfruta escuchando las Variaciones Goldberg de Bach, interpretadas por el magnífico pianista Glen Gould. En vista de esta sensibilidad uno empieza a preguntarse si se trata de un... ¿genio o un trastorno mental? ¿Cómo diferenciarlos? ¿transitorio o vitalicio? Todo resulta extraño cuando Michael encuentra un coche patrulla aparcado enfrente de su casa, en Bank Street (Nueva York). La policía se encuentra allí porque su hija intentaba embestir a los coches segura de que podría detenerlos en su camino. ¿Tal vez las drogas? ¿Ácido? ¿Éxtasis? No. Todo producto de su mente. El establishment psiquiátrico de corte milimétricamente biomédico determina que padece un Trastorno Bipolar. ¿Porqué ella? ¿Hereditario o producto del descontrol de una familia disfuncional? No se cuestiona. Directamente es internada en un psiquiátrico, en la «Cámara de Aislamiento Acolchada» donde la nutren de haloperidol y del anticonvulsivo ácido valproico, con el fin de inducirle indiferencia, bloqueando toda su dopamina, la responsable del pensamiento secuencial y la que nos ayuda a hacer funcionar el sistema motor y determina la fluidez con que movemos brazos y piernas. Le practican una auténtica lobotomía química a la que deberá estar sometida de por vida. Un negocio para el farmacéutico, de unos setecientos veinticuatro dólares, incluyendo el relajante muscular Cogentine, más una píldora para dormir, más un ansiolítico. Todo para reducir sus estallidos visionarios llenos de grandilocuencia.

Con esta obra Michael Greenberg realiza su debut en la literatura, narrando su difícil experiencia personal. La revista Time la ha escogido como uno de los diez mejores libros del 2008 y Amazon lo ha seleccionado como el segundo mejor libro del 2008. Próximamente será llevado al cine.

Yo particularmente destacaría en este honesto ensayo la claridad con la que describe su desazón, su sentimiento de culpabilidad, las emociones de su hija, las metáforas sobre el nebuloso rastro de la locura, o las referencias de la paranoia que encuentra en la literatura, sobre todo el paralelismo que descubre en Lucia, la hija de James Joyce, a la que se le diagnosticó esquizofrenia y trastorno bipolar de ciclo rápido, al poco de que el autor concibiera su Finnegans Wake como una novela de la noche inconsciente, una novela de oscuros juegos de palabras y asociaciones, aproximándose, todo lo que una obra literaria puede hacerlo al cerrado mundo de la psicosis, sin ser demente ella misma. Según Joyce, esto, seguramente, al infiltrarse en el cerebro de su hija pudo precipitar las enigmáticas expresiones de Lucía trastornándola, al igual que le ocurre a Sally tras devorar los Sonetos de William Shakespeare. Este punto nos hará reflexionar mucho durante la lectura. Lucia le dijo una vez a James Joyce que la razón por la que estaba mentalmente enferma era porque él no le había transmitido ninguna moral. A esto James Joyce le respondió que cómo podía darle algo que ni el mismo tenía. Muy triste respuesta ¿no? Aquí hay mucho con lo que reflexionar. Sufrirán con esta obra, pero también les hará sentirse más humanos. Suerte.