HURACANES EN PAPEL™ - Reseñas literarias

Sólo me queda esperar la aparición de un Nuevo Tifón Literario de magnitud cinco como los producidos por Mikhail Bulgakov, Thomas Pynchon o Roberto Bolaño. Ese día llegará y mi búsqueda no habrá sido en vano. Huracanes en papel™ 2007-2024

viernes, 15 de noviembre de 2013

Moby Dick, de Herman Melville

Durante todo este hermoso tiempo he sido pasajero de una prodigiosa ficción. Enrolado en el Pequod, un ballenero de dimensiones colosales, yo quedé sumergido en oníricas y magnánimas profundidades de mares lejanos, habitados por ultra-seres, cachalotes de una imperturbabilidad platónica, arponeros sedientos de aventura y tripulantes arañados en sus ojos por la furia del destino. El oleaje fue lo de menos. Es la representación de la vida lo que aquí sobresale. 

El hombre de la portada es el Capitán Ajab, un personaje carismático y complejo que lleva cuarenta años cazando ballenas, cuarenta años de privaciones, de peligros y tempestades, cuarenta años en el mar despiadado. Abandonó la tierra para hacer la guerra a los horrores de la profundidad, alimentado de sal seca, mientras el más pobre de los de tierra tenía a mano a diario fruta fresca y rompía el pan fresco del mundo. Ajab come en los barcos, mohosas cortezas, lejos, alejado océanos enteros de su joven esposa, casi una niña, con la que se casó, pasando los cincuenta, zarpando al día siguiente hacia el Cabo de Hornos, dejando tan sólo una huella en su almohada nupcial, dejando mas bien una viuda con su esposo vivo. La locura, el delirio, la sangre ardiente y la frente humeante, con las que el viejo Ajab ha arriado mil veces las lanchas para cazar furiosamente, babeando de rabia, su presa –¡más un demonio que un hombre!–, que necio, que viejo necio ha sido Ajab durante estos cuarenta años. 

Puedo decir que esta aventura me acompañará en el espíritu y que llevaré su peso en las alforjas con rumbo literario, como lo que fue, una de las aventuras más sorprendentes y asombrosas que dio la literatura norteamericana. Ahora no podría entender el mar sin la existencia de esta lectura. Uno no debería morir sin leer esta gran obra maestra de las letras. Conocer al capitán Ajab, es lo mismo que adentrarse en la extensa y abismal psicología del hombre universal. La caza del cachalote representa toda una batalla titánica de seres dominados por una voluntad monomaniaca, que dedican su vida a reducir ocultos miedos y a proyectar su identidad dicotómica en lo más puro, completo e incorrupto que habita en la naturaleza: Moby Dick

"[...] y el barco silencioso, como tripulado por hombres de cera pintados, día tras día se precipitaba abriéndose paso por toda la furiosa locura y el regocijo de las demoníacas olas."